El Confesionario (XLVI)
1. Tengo 30 años y me podría definir, para entendernos y no complicarme con las explicaciones, como una mujer heterosexual, aunque me atrae la idea de la flexibilidad de roces. Me apetece mucho estar con una persona de mi sexo. Estoy en un momento en el que me interesa abrirme al ser humano sin distinción de género ni orientación sexual. Tengo algo más que curiosidad sexual, aunque ésta no falta.
2. Nunca tuve prejuicios sexuales cuando me venía la palabra sexo a la cabeza, lo único es que, en comparación con la media, mi necesidad de explorarme fue tardía… y después de mantener mis primeras relaciones sexuales sin mucho éxito. La alta represión y la desinformación en mi entorno fueron mis peores enemigos cuando era joven. Ahora, no es que no tenga prejuicios en torno a cualquier práctica o “lo que sea” en relación al sexo, sino que me excita transgredir todo lo transgredible.
3. Me sulibeya la idea de tener sexo en público con quien, cuando y como me apetezca. Me da morbo masturbarme con gente alrededor sin que se enteren o en espacios públicos: como en cualquier medio de transporte, parques… Me he masturbado en el bus y el tren muy a menudo (en parques u otros sitios no lo hice con demasiada frecuencia) y lo hice aún cuando había alguna gente cerca (si aparecía la necesidad por cualquier razón, la intentaba satisfacer).
4. Una vez, estando en una piscina de un balneario, me masturbé con un de los tantos chorros que había y, desde entonces, cada vez que fui me dejé seducir de muy buena gana por ése y por cualquiera de sus compañeros y vecinos. Tanto fue así que una de las personas encargadas de esa zona del balneario me dejó de saludar y me parece probable que el motivo fuese mi buen rollo con lo chorros. Fue un período de tiempo en el que me satisfacía tener sexo conmigo en cualquier sitio, ahora me apetece tener sexo compartido en cualquier lugar… con lo que no echo de menos hacerlo sola en ese tipo de sitios.
5. Hasta hace cuatro años mi vida sexual fue escasa y pobre en grandes disfrutes, pero conocí a una persona que marcó un punto de inflexión en mi vida. Nos conocimos en su lugar de trabajo. Estaba casado desde hacía años y sigue estándolo. Hubo más que química entre nosotros: es el mejor amante que he tenido.
6. Me lleva alrededor de 33 años, lo que provocó que, en ocasiones, desempeñara el rol de padre conmigo, algo que me gustaba mucho (a veces). La mayor parte del tiempo estábamos rodeados de gente conocida y no siempre era posible escaquearse y compartirnos; aún así, nos apañamos bastante bien, diría yo. Me encantaba cómo me ponía sin querer. Despertaba en mí mucha lujuria, era impresionante.
7. En más de una ocasión teníamos la puerta abierta mientras nos divertíamos y juraría que alguna persona que por allí pululaba nos vio o nos intuyó, pero, afortunadamente para él, no tuvo consecuencias en su vida.
8. Me encendía que me la comiera, me la comía muy bien. Cada vez que pienso en cómo me la comía deseo otra vez su cabeza entre mis piernas. Él me decía que yo se la comía también muy bien, y que olía a sexo (buf, esto me chiflaba).
9. A pesar de que fue muy intenso, me supo a poco; quiero decir que con él me atrevería y agradaría haber hecho de TODO, mucho más de lo que hicimos… pero no fue posible. Él arriesgaba prácticamente toda su vida, una vida muy estable, con una pareja sólida y dos hijos. Una vida completa y que le satisfacía. A mí todavía me quedada mi guión por escribir.
10. La vida nos separó (a él le vino bien que nos separase para no despistarse y yo con mayor o menor satisfacción lo acepté) no sin dejar de pensarnos… Y ahora me alegro de que haya sido así, me doy cuenta de que era lo que necesitábamos vivir en esos momentos. Además, éramos tan compatibles en la cama como incompatibles fuera de ella.
11. Pasaron unos años sin saber nada el uno del otro, pero hace unos meses se puso de nuevo en contacto conmigo y, tras aclarar o expresar algunos sentimientos que habían estado latentes en todo ese tiempo, me volvió a poner cachonda otra vez. Pero de esta vez la distancia física que nos separaba sólo nos permitió un contacto virtual, que no por ello menos real. Fue distinto, pero me gustó mucho, como siempre. Me revitalizó de nuevo. Me hace conectarme con mi instinto y por lo tanto me conecta a la tierra y me aviva el cuerpo. Aunque también he pasado no tan buenos tragos con él, siempre me sentía viva, y esto es muy importante: sentir que estás viviendo y no muriendo lentamente.
12. Ahora mismo me apetece que haya un final abierto, o más bien puedo decir que prefiero que no haya final, que según lo que nos apetezca, hagamos. Como si no nos apetece mantener ningún tipo de conexión temporal o definitivamente, así lo aceptaré.
13. Desde que lo conocí, se desvaneció el prejuicio de la edad para mantener relaciones, sobre todo si son sexuales. Sé que se puede disfrutar con muchos tipos de personas de distintas edades. A veces pasa que la edad del pene no se corresponde con la que muestra el DNI de la persona propietaria. Siguen pasando los años, sigo teniendo experiencias cortas con chicos, y sigo teniendo algo más que buena memoria de nuestro encuentro, algo que al mismo tiempo me nutre y me frustra, porque no quiero sentir que lo bueno, además de durar poco, ya pasó…
14. Lo que sí que me encantaría es conocer a alguien con el que pueda disfrutar tanto o más, si cabe, con el que poder tener una relación estable y muy placentera. Alguien con quien satisfacer TODAS mis fantasías, que no son pocas, y que sólo podría satisfacer con él.
15. Después de estar con ese señor, la verdad es que cada vez que estoy con un chico, me siento rara en todos los sentidos. La conexión afectivo-sexual no es tan intensa, disfruto mucho menos en la cama, noto que no hay mucha compatibilidad sexual; es como si me sintiera torpe, al igual que también los siento a ellos, y eso que la mayoría venía de tener experiencias prolongadas, no como en mi caso. Es más, mientras estoy con ellos, después y con el paso del tiempo, me acaban apagando, se me baja el deseo poco a poco o de golpe. Aunque puede sonar algo frustrante todo esto, también debo decir que al menos ahora no llego a obsesionarme con la gente con la que no disfruto, una enfermedad que padecí durante mucho tiempo y de la que me fui curando después de ese gran roce. Tanto es así que hasta me dedico más tiempo a mí misma que antes, y en todos los sentidos lo digo. Por ejemplo, no me importa estar escarbando en mis entrañas varias horas seguidas en busca de tesoros, porque tengo el deseo más crecido para hacerlo. Me hizo conectarme más a mí misma, por eso ahora sé que 10 orgasmos no son muchos, ni uno muy bueno es poco y que tener un buen amante es muy importante.
16. Recientemente he tenido una aventura que apenas duró 5 meses y la última vez que estuve con un chico fue hace menos de un mes. Mentalmente me acuerdo de ellos, pero no dejaron una honda huella en mi cuerpo. El viento y el tiempo los acabarán borrando. Ellos vinieron a recordarme que ser mi mejor amante era imprescindible, entre otras cosas.
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Muy interesante e ilustrativo relato el tuyo.Con respecto a lo que llamas bisexualidad,por lo que conozco al respecto,quizas no se asi..pues que tengas deseos de estar con otra persona de tu mismo sexo no marca la sexualidad totalmente,lo que define la tendencia es la parte emotiva,si tu te enamoras o sientes sensaciones y emociones tipicas de lo que llamamos amor o que se aproxime a ello,entonces si podras ser bisexual u homosexual,depende de cada caso. Mi actual mujer y yo,estamos en pareja hace 15 años,compartimos masturbaciones a menudo y una fantasia recurrente en ella fue tener sexo con otra mujer,cosa que pudimos concretar en un par de ocasiones ,lo paso muy bien,pero terminado el sexo terminada la relacion..solo queda la cordialidad y buenos recuerdos nada mas.Todos tenemos fantasias o deseos de relaciones con gente de nuestro mismo sexo,y se puede concretar o no,pero reitero,la tendencia o inclinacion sexual lo marca la parte emotiva.Es mi modesto criterio.por lo que se,seguramente un profesional del tema nos podra ilustrar mejor.
Habría que reflexionar sobre esta necesidad de las personas de contar sus experiencias – bastante picantes como regla general. Se puede pensar que lo hacen para sentirse mejor y que la comunicación sobre estas cuestiones es terapéutica. No obstante, la “comunicación” en el contexto del internét está muy cerca de la publicidad. En este caso, estamos ante una creciente tendencia mediante la cual el límite entre lo íntimo y lo público se pierde y cada momento personal se convierte en material para montar una noticia, un comentario caliente, una confesión pública ante los otros. Por todas partes, las personas intentan mostrar y demostrar su libertar o su camino hacia esta libertad, su capacidad de distfrutar el sexo “de verdad”, su rechazo a las inhibiciones y a los prejuicios. ¿Acaso es coincidencia que el mercado promueve por todos los lados la expresividad sexual, como elemento fundamental de cualquier éxito? Vender y venderse, fabricar del Yo una “marca”, demostrar a todos y a todas tu productividad en términos de dinero, fama, belleza, sexo…
¿Hablamos de una situación de mayor libertad que antes? De ningún modo. El sexo “sin límites”, su exhibición, en otras palabra la “hiper-sexuación” de todo representan el nuevo imperativo, la nueva Ley que dicta: “Goza”. Si no gozas, eres culpable. Al fondo se trata de un culto a la competición -no nos engañemos. “¿Has participado a una orgía?” “¿No has probado el sexo anal?”. Cada uno intenta demostrar en sus diálogos con interlocutores reales o imaginarios, que sabe vivir su vida y que su vida vale la pena. Antes era el sacerdote eclesiástico que imponía cómo hay que vivir la vida. Hoy es la época de los sacerdotes postmodernos .
De esta manera palabras como placer, deseo, sexo se mezclan con palabras como mercado, el control, obediencia. ¿Qué hacer en estas condiciones? Quizás buscar el placer sutil y no lo que se dicta por la moda. Encontrar el placer de lo aparentemente indiferente. Negar la obligación de gozar y estar feliz. Vivir la vida, teniendo en cuenta las limitaciones que son inevitables. No perderse en los relatos del otro. “Si estas atrapado en el sueño del otro, estás perdido”. Estaría bien no olvidarlo.
Espero que nadie se pierda en tu comentario tampoco, que por cierto, ha sido muy oportuno en esta sección de confesionarios. También espero que cada uno viva de acuerdo a su ritmo y que la gente que sigue este blog tenga un mínimo de juicio, respeto y mente abierta. Muchas gracias por tu reflexión.
Hola Sylvia, perdona las molestias. Tengo 44 años y estoy estudiando el Grado de Psicologia, y cunado acabe quiero hacer el Master en Sexologia. Trabjo con médicos especialistas en ginecologia y urología, y con ellos tenemos muchas charlas sobre sexualidad femenina. Estoy leyendo tu libre “El
Sexo es aun más tuyo” y diacrepo en tu descripción de los “falsos orgasmos vaginales” (pag 104). Losnorgasmos vaginales son diferentes y bada tienen que ver con el clítoris. Aon más intensos y más corporales. Es importante para disfrutarlos la medida del pene o aparato que provoca su estimulación. Aqui te dejo mi opinión basada en mi experiencia personal y casi casi profesionl!!! Gracias por tu interes y por sacar a la luz tanto tabú!!!
Gracias, Adra, por compartir tu historia… Y gracias, desde aquí (permítemelo, por favor) a todos los demás que también han compartido la suya.
Cuando Sylvia empezó con esto me gustó la idea, pero lo veía más bien como una curiosidad, como algo interesante, pero sin ir más allá…
Pero ahora, después de tantos confesionarios, tengo que decir que es algo tremendamente enriquecedor. Hay muchas con las que me he identificado (alguna debo decir que casi podría haberla escrito yo), otras con las que no tanto, o con las que me he, incluso enfadado, pensando algo como “pero quéee morro…”.
Bueno, muchas sensaciones, pensamientos y, casi siempre, empatía. Tanto que me estoy animando a enviar mi propia historia, jajajaja.
En fin, perdóname una vez más, por escribir aquí sin comentar nada de tu historia personal, pero no sé por qué he sentido la necesidad ahora mismo de agradeceros a todos (a ti también, por supuesto!!!) esta sinceridad, este nudismo emocional.
Casi no escribo, pero os voy leyendo. Gracias a ti también, Sylvia, por volver.
Qué regalo…..me has permitido mirarme al espejo. Incluido el hombre mayor y que prefirió otra clase de vida donde estaba más cómodo….pero en su caso, hubo maltrato sícológico por su parte…ha sido como verme a mí misma en todo lo demás. Ya no me siento tan rara, ni tan sola….gracias por tu desnudo. Yo ya no sé si mis ganas de estar con un hombre y de compartirme a los niveles que quiero y que puedo son reales o son fruto de la educación heteronormativa…en esos campos movedizos ando….
gracias por considerarlo un regalo… aunque he de decir que no creo que hubiera muchas personas raras en el mundo si cada unx hiciese lo que le viniese en gana desde el respeto (y no hablo del respeto hacia una cultura impuesta e irrespetuosa, sino a uno mismo y a los demás).
Sé de lo que hablas, Adra.
Conocí a una mujer con la que conecté tan bien sexualmente que ahora nadie me llena, casi prefiero no tener sexo a seguir sintiendo esa sensación de vacío que me da estar con otras personas que, al final, me doy cuenta de que no me transmiten.
Pero sigo intentándolo, porque sé que alguien se volverá a cruzar en mi camino, alguien que interprete el sexo como yo lo hago, que nos complementemos juntos, que disfrute tanto como yo dando placer, y que no sea egoista, como la inmensa mayoría que te encuentras por ahí..
saludos
Creo que el vacío que se siente al rozar con alguna gente también puede indicar algo, a lo mejor, que hay que seguir trabajándose interiormente. Creo que todo es un juego, y hay alguna gene con la que uno se cruza que viene a pasárselo bien si le abrimos la puerta, y eso es lícito, el egoísmo si es sano, no debería dañar, y si daña es por algo. Yo no me arrepiento de haber estado con ninguno de ellos, cada uno enseña algo, a su manera. Me parece muy importante reconocer lo que se siente y expresarlo, a partir de ahí, todo debería ser más fácil… (en este punto yo flaqueé mucho). Los intentos que se dan, sin un análisis profundo interior, sólo nos conducen a las mismas situaciones, pero con distinta gente. Un tema complejo. Gracias por tus palabras, Nacho.
Saludos.
Me gusta como escribes, lo que más, que no abandonas tu cuerpo con pareja o sin ella, también que no tiras la toalla aunque el sexo no cumpla tus expectativas, y la expresión “flexibilidad de roces” me ha enamorado. Ay, los chorros. Los chorros termales tienen una finalidad relajante, analgésica y tonificante. Pues eso, chorrear. Y lo del sexo en público, envidio a la gente tan desinhibida, depende del momento y del grado de excitación, pero es que a mí me da mucho corte. Nunca he practicado sexo en público y no lo pienso volver a hacer 😉
A chorrear, sí, y que vivan los chorros :-). El sexo es nuestro motorcillo, no se puede apagar ;-). Yo soy de las que pienso que hay probar y luego se valora (pero cada uno que estire los límites hasta donde quiera). Gracias por comentar!
¡Wow! He encontrado en tu relato varias similitudes con mi propia experiencia, y me parece fantástica la forma de expresar tus vivencias. Me ha encantado. Sencillamente, eres genial.
Muchas gracias Lori, al leerte me di cuenta de cuánto me gusta este confesionario, en el que se muestran tantas experiencias e historias que pueden ser muy parecidas o diferentes a las de unx… y que pueden llegar a romper moldes obsoletos, que sólo les sirven a unxss pocxs y constriñen a lxs demás. Sencillamente, somos geniales.
Hacerlo en lugares donde te expones a “que te pillen” es de un morbo tremendo, hace tiempo que no disfruto de esas sensaciones.
Sí, Diana, aunque yo nunca lo he buscado con deliberada intención, pero me he dejado llevar y ha sido realmente morboso.
me pareces fantastica
Gracias! seguro que tú también
flexibilidad sexual con personas de tu mismo sexo , masturbación en chorros de piscina y en transporte publico , sexo en publico… y encima seras guapa y buena persona …. si fueras mi pareja nos lo pasaríamos muyyy bien pareces que has entrado en mi mente y me has leído mis fantasias
Me ha gustado mucho tu relato, transmites muy bien todo y es como si yo también lo hubiera vivido, espero q encuentres la manera de vivir tu vida y sexualidad plenamente
Me alegra mucho que te haya gustado y sí, espero encontrar la manera de vivirme plenamente, siempre acaba llegando a su debido tiempo, para los que así lo desean 🙂
Me gusta esta historia, puesto que yo también viviría esa misma, peromsoy diferente. Yo no me masturbaría delante de la gente y con ni siquiera el chorro de cualquier piscina.
Gracias por tu comentario. Se respeta tu opinión, cada uno se excita de distinta manera, yo en su momento me lo pasé muy bien; y a eso venimos, a pasarlo bien…