Entrenando los sentidos (I): la importancia del aquí y ahora
© José Bustamante, psicólogo, especialista en sexualidad y pareja. (Este es el primero de seis posts que dedicaremos a los sentidos -incluidos ejercicios- que se subirán intercalados con otros temas.)
Tener los cinco sentidos puestos en el encuentro sexual es todo un reto, pero aprender a vivir al máximo cada caricia, sonido, imagen, aroma o sabor es cuestión de entrenamiento. Para potenciar nuestra sensualidad hemos de dedicar un tiempo a controlar la focalización de la atención en cada uno de nuestros sentidos, detectando y apartando las distracciones que puedan aparecer y concentrando nuestros recursos en las sensaciones que recibimos. Tampoco conviene machacarse: es normal que en ocasiones nos dispersemos, que se nos vaya la cabeza a las tareas pendientes y a los problemas del día a día. Cuando eso sucede, no hay que luchar, si no, de forma plácida, volver a conectarse con lo que se está viviendo en el presente, tratar de atender a olores, sabores y contactos que ofrece la situación. (Un apunte, las distracciones no siempre son malas, si dejo volar mi imaginación y fantaseo con esta o aquella escena que me pone e incluso con aquel o aquella que me da morbo, no habrá mayor problema que el otro lo descubra y no le parezca bien.)
Se trata de imaginar que somos el director de nuestra propia obra de teatro y dirigimos los focos hacia donde queremos que el público se fije en cada momento, acentuando las sensaciones de una caricia concreta, de un beso en particular o intensificando cada matiz en la penetración. Pero ojo, debemos ser buenos directores, se trata de potenciar las sensaciones, no de poner el foco en lo que nos preocupa.
¿Has oído hablar del rol del espectador? En terapia sexual, cuando usamos ese concepto nos referimos a que la persona sale de la situación erótica que esta viviendo, deja de percibir las sensaciones, desconecta de la excitación y hasta del deseo y enfoca la atención en las respuesta de su cuerpo. Por ejemplo, en si tiene o no una erección, en si está más o menos lubricada, en lo que él o ella están mirando, en si de verdad estoy disfrutando… Y eso es una garantía de fracaso sexual.
Es recomendable realizar ejercicios de meditación y/o relajación en el Aquí y el Ahora para aprender a concentrar la atención, lo que favorece -está comprobado- maximizar las sensaciones eróticas. Para ello, podemos empezar por manejar nuestros sentidos “no eróticos”, se trata de llegar a se capaces de concentrar nuestra atención en lo que vemos, oímos, degustamos, tocamos u olemos. No hace falta nada muy especial, simplemente detente un momento en tu día a día para, por ejemplo, escuchar algo de música y tratar de centrar toda tu atención en ello: Deja a un lado los olores, las sensaciones, cierra los ojos y centra todos tus recursos en cada sonido.
Lo mismo puedes hacer al tomar un vino o degustar alguna comida: cierra los ojos y trata de concentrar la atención en los matices que van inundando tu paladar. Para el tacto, una idea sería tocar un cojín, una fruta o incluso acariciar a tu mascota. Con la misma idea, escoge perfumes o especias y juega a adivinar de qué se trata con la única ayuda de tu olfato. La vista en realidad no requiere tanto entrenamiento, pero aún así puedes mirar una fotografía o un cuadro y atender a los detalles del mismo.
No olvides que la idea es aprender a centrar la atención, perfeccionar la capacidad de concentración sensitiva y es que una vez aprendas a manejar la amplificación de las señales que recogen tus sentidos fuera del contexto erótico, será más sencillo que lo apliques te beneficies de ello en tu vida sexual.
Desarrollar esta capacidad es útil para cualquier persona que pretenda disfrutar de manera más intensa y vivir plenamente su sexualidad, pero se convierte en imprescindible en personas con dificultades de sensibilidad y/o problemas para dejarse llevar en la relación sexual.
Por ello, para finalizar esta primera entrega, te propongo una actividad cuyo objetivo es ayudarte a aprender a manejar la atención. Si no puedes dedicarle tiempo ahora (¡son unos cinco minutos!), dedícaselo más tarde, pero no dejes de hacerla. Para llevarla a cabo, debes buscar un lugar tranquilo y un momento en el que no te vayan a molestar. Es importante que nadie interrumpa este ejercicio, o sea que no olvides silenciar el móvil. Dale clic a este audio y comprueba que puedas escucharlo correctamente. Si es así, reinícialo y cierra los ojos. Lo único que has de hacer es tratar de seguir sus instrucciones. Advertencia: cuando se haga un silencio, espera, es parte del ejercicio. ¡Qué lo disfrutes!
sylvia, gracias por compartir todo lo que escribes me ecanta pero esto es una pasada, me estas ayudando un monton, doy gracias por haberte conocido y sigue haciendo lo que haces que es maravilloso y se te da muy bien. Muchos besos
Silvia, creo q se ha roto el enlace del audio. Puedes mirarlo?? Me he quedado con las ganas, no solo de hacerlo sino también de recomendarlo.
Enhorabuena por esta serie de artículos. Me parece súper interesante.
He hecho la prueba y lo escucho perfectamente. Tal vez te da esa impresión porque hay un momento en que el terapeuta se queda en silencio, como parte del ejercicio. S tuvieras más problemas, mándame un email a [email protected] y te lo intento hacer legar de otra manera.
Me alegro de que te guste esta serie. Muchas veces no nos damos cuenta de que lo importante está en el punto de partida… Hay que quitarle capas a la cebolla para llegar a los sentidos… Cada uno es clave para el sexo y no está de mas aprender a potenciarlos.
Gracias José, muy interesante, un poco difícil pero seguiré insistiendo, me ha parecido muy gratificante. Gracias también a Sylvia
Muchas Gracias José, pocos comentarios pero sin duda muchos seguidores para este post y los próximos de esta serie. ¡¡¡¡A hacer ejercicios!!!
Gràcies, Sylvia. Gràcies, José.