Siempre necesitaremos alas para volar

No hace tanto, tener un vibrador, mejor dicho, osar reconocer que tenías uno, era algo impensable. Sin embargo, gracias a ciertas series (esta divertida trama de Sexo en Nueva York es un ejemplo) y la estupenda labor de las chicas que se dedican al tapersex y ciertas sex-shops women-friendly, ahora ya no es ignominioso, ¡es hasta indispensable!

Pero… ¿hasta qué punto lo vivimos con normalidad? Dos cuestiones de peso. Por un lado, el pánico que provocan en algunos caballeros. Les sigue costando entender que un vibrador jamás les sustituirá: ni nos abraza, ni nos dice palabras de amor u obscenas (cada mujer sabrá qué le gusta escuchar y cuándo) y, desde luego, de calor humano ¡cero! En suma, un miedo infundado. (Extra por si eres hombre: mejor verlo como un posible aliado. Si tu chica obtiene así sus orgasmos, incluye su juguete en vuestros encuentros sexuales. Me apuesto algo a que, como mínimo, saldrás ganando en frecuencia.)

Segunda y más importante: ¿qué pasa con la educación sexual de nuestras niñas? Me explico. Hace unos años, una conocida terapeuta sexual estadounidense provocó un escándalo en su país cuando propuso a las madres de adolescentes que les regalaran a sus hijas un vibrador porque “si se calienta durante una cita, puede irse a casa y autoestimularse en vez de quedar embarazada”. Quizás fue demasiado directa, pero me saco el sombrero. ¡Qué valor!

Lo cierto es que apoyo su propuesta, aunque no la razón: el objetivo no es evitar que se acueste con un chico (seamos realistas, “no” pidamos lo imposible), sino que se conozca a si misma… sea con un vibrador, las manos, la presión de los muslos, el roce de la almohada, el agua que sale de la alcachofa de la ducha, ¡lo que sea!

Dicho de otro modo, el vibrador es lo de menos, lo crucial es que a todas las niñas les iría muy bien saber que tienen derecho a masturbarse, ¡el mismo que los chicos, que lo viven con mucha más naturalidad! Es el primer paso que debe dar una mujer -cualquier ser humano- para apropiarse de su carnalidad. El problema está en que todavía muchas, y no es una cuestión de edad, pero sí de educación, aún no lo han entendido. Y ser una mujer libre sin vivir libremente nuestro cuerpo sexuado es un imposible.

(En la imagen, Gloria Steinem, una conocida periodista y feminista estadounidense, una de mis fuentes de inspiracion durante la adolescencia.)
* Por si no lo viste en su momento, te dejo este enlace al post “Yo me toco, tú te tocas… Hablemos claro de una vez”.

24 respuestas a “Siempre necesitaremos alas para volar”

  1. chamaco dice:

    … el vibrador como complemento del juego sexual en pareja ‘es GENIAL’… con mi esposa lo disfrutamos mucho, y yo doy un paso al frente y digo… que un vibrador para hombres que lo maneje tu mujer es ¡UNA PASADA!… Ya lo de que las niñas antes de tener relaciones sexuales se satisfagan con un vibrador no sé, después puede que un pene les sepa a poco!…

    Uy, la que me va a caer encima con este último párrafo!…

    Saludos sylvanianos!

    1. Fernando Rodriguez Martín dice:

      O les sepa a mucho… Eso dependerá del uso que les den ambos, Ella y El.
      Estoy con un post de ahí más arriba. Tenemos que dejar de pensar en el pene como si fuese solo eso, un organico de reproducción. Y eso no es así.
      El pene es una parte más del cuerpo, es la parte final de la uretra por donde excretamos la orina, es un buen artilugio sexual. También lo son las manos, y los pies, y la vista, el oído, el olfato, que no solo del tacto…. depende el hombre.
      A veces pienso yo, como hombre, que el pene puede dar más “placer” a la mujer por la sola visión del mismo, o del notar su roce sobre la piel, que en la penetración, que también da placer. Sobre todo si sabemos usar el “método” del colibrí.
      Además, es verdad, tiene la capacidad de la penetración. Pero hemos de recordar siempre que en la sexualidad el cerebro, como en muchas otras más, es el principal responsable del resultado final, el cerebro es el órgano sexual por excelencia….
      Todo lo demás es ir probando.

  2. Ana dice:

    Hola soy Ana y estoy encantada de ver tantos comentarios positivos, incluso de hombres. La verdad que este post ayudaría mucho a mis clientas (tengo una sexshop para mujeres) y os sorprendería cuantas chicas aun compran los vibradores a escondidas de sus parejas, como si estuvieran cometiendo una infidelidad.
    Aun nos queda mucho camino… pero ya lo hemos empezado a andar, y la evidencia aquí esta. Enhorabuena!

  3. Erosplorer dice:

    Esta fobia a los vibradores es un residuo de nuestra sexualidad reproductora. En la mentalidad del siglo XIX (Que aún sobrevive parcialmente en algunos cerebros en la actualidad) todo intercambio erótico sin finalidad reproductora es inmoral.
    El término degenerado viene de ese pensamiento. De generar es dejar de generar.
    Ese pensamiento prefiere un embarazo no deseado (después ya se verá lo que se hace con el niño) a un coito sin consecuencias.
    Es forma de pensamiento predomina en muchos hombres. Educados desde pequeños en el androcentrismo, creen que su misión es proporcionar todo el placer a su pareja (y si puede ser usando una única parte del cuerpo. Todo orgasmo conseguido sin su intervención es algo indecente y una amenaza contra su virilidad.
    Los varones debemos dejar de ser los guardias de los orgasmos de nuestras parejas y relajarnos un poco. Aceptar el erotismo lúdico y todas sus variedades. Dejarse llevar y disfrutar un poco de la vida. Y no estar todo el día pensando que nuestro pene es una varita mágica.

  4. Payasete dice:

    Me parece muy interesante lo que planteais, la educación tiene que avanzar, tiene que incorporarse estos temas en los planes de estudios de secundaria, pero tienen que pasar muchos años para que ello suceda. Yo, con mi edad, pertenezco a una generación sin educación explicita en estos territorios, y me gusta leeros, y también llevar vuestras experiencias a la mía, y en este asunto estoy un poco pez, pero quiero probar, sin miedos, pero buscando el placer, la satisfacción; estoy de acuerdo con que el sexo es un momento dulce, cercano, energetico, juguetón, apasionado…

  5. Su dice:

    Me gusta mucho este post porque habla de la masturbación femenina y de la necesidad de educar este derecho. A mi todo lo que sea educar en el ámbito de la salud sexual me apasiona, porque considero que es fundamental para vivirla más responsable y plenamente (con sus cosas buenas y malas). Pero no se si alguna persona se atreve a exponer ejemplos que usaría para educar a sus hijos/as en sexualidad…

    Sylvia, a ver si te animas a hacer un post en el que padres y madres puedan proponer como abordar temas de sexualidad en niños/as o adolescentes. Hay mucha información de expertos, pero… ¿Como lo abordan/abordarían cada uno en su casa, con las particularidades de sus hijos/as? Y si lo han hecho ¿Cual ha sido su resultado?

    Estaría muy bien para ayudar a otras personas a tener ejemplos de como intervenir, ya que muchas veces, en el intento, tenemos la respuesta que no deseábamos.

  6. Raul dice:

    jota yo personalmente si que lo e probado y puedo decir alto y claro que si me gusta, pero es como todo me tiene que apetecer

  7. Dora dice:

    Estoy totalmente de acuerdo, a las niñas habría que educarlas desde pequeñas en la creencia de que masturbarse es igual de natural para nosotras que para los chicos. Y que es necesario y es bueno. Que son todo beneficios. Así “te haces mayor” y sabes bien cómo funciona tu cuerpo.

  8. Adele dice:

    Mejor dildo que mal acompañada. Compré mi primer vibrador hace apenas un año (pasada la treintena) y desde entonces me he agenciado un par más. He descubierto tarde muchas cosas de mí misma (y no sólo en el ámbito erótico-festivo), así que ahora me aplico mucho. A aquellas o aquellos que no hayan experimentado a solas con su cuerpo, les recomiendo que empiecen a hacerlo ya. Yo aún estoy conociéndome, pero os puedo asegurar que está resultando una aventura apasinonante, sorprendente, frustrante, divertida, dura y reveladora a partes iguales, pero siempre, gratificante.

    1. sylvia dice:

      Y nunca dejará de serlo. Evolucionamos y cambiamos, pero no se pierde.
      Esto no se acaba ni por muchos años que tengamos.
      Hace unas semanas leía un post de una de mis ídolos sexuales, la educadora sexual Betty Dodson, de 83 años… Se quejaba de que llevaba algún tiempo sin disfrutar de su cuerpo y que, finalmente, decidió poner fin a la sequía. Se hizo con dos de sus vibradores favoritos y no paró hasta saciarse.
      Dos cosas me gustaron: la primera -siempre me ocurre con ella- la naturalidad con la que cuenta estas cosas, la segunda, es que me reafirma en eso de que mientras hay vida hay sexo… Todo depende de que lo cultivemos. Ella no ha parado desde los cinco añitos…
      ¿La imitamos? Por cierto, su aspecto es envidiable. ¿Será por pasarlo tan bien? Yo no lo dudo. Mujer sexualmente satisfecha, mujer que se le nota en la cara.

      1. Bertha Parra dice:

        Muy cierto. Creo que el ser sexualmente activ@ te da vida. No significa que siempre tengas que tener pareja o estar con tod@s. Sino, el vivir tu sexualidad por ser persona sexuada. El solo coqueteo, o una mirada al otr@, el apreciar el arte del cuerpo humano, estar con alguien, disfrutar sol@,…. dar un abrazo, sentir o dar una caricia, coitear (jajaja…. )

        Yo veo personas que siempre andan amargadas, y es previsible pensar que no tienen una sexualidad activa.

        El sexo te da vida.

  9. jota dice:

    Y qué decimos si en una relacion heteresexual, hay penetración con el dildo en el hombre? a ver, silvia habla en su libro de que no por ello un hombre debe sentirse homosexual y tenemos aversión a ese asunto los hombres hetero, pero….teniendo en cuenta que nuestro punto G está al lado de la prostata….por qué no experimentarlo?, o es algo de lo que ni nos atrevemos a hablar? o tenemos miedo de que descubramos que nos puede gustar?…ahi quedan esas interrogantes…yo, hasta ahora, no lo he experimentado…

    1. sylvia dice:

      Pues, habrá que hacer un post del terma… Ya veremos cuantos se atreven a dceir esta boca es mái. Mientra, decirte, que para el punto P existen juguetitos diversos, que muchas veces lo hacen más accesible que el uso de un dedo o varios.
      Voy preparando ese post.

      1. Fernando dice:

        So juguetes caros los prostáticos. Yo he intentado practicar con uno varias veces y si consigo algo de gustillo pero no consigo una erección. Será cuestión de practicar más.

        1. Dulcedehiel dice:

          Yo no sólo no consigo una erección, sino que pierdo inmediatamente la que ya tenía. Da un gustito…desconcertante, que es divertido pero (en mi caso) no ha ido más allá. Igual es que no lo hacemos bien.

          1. Luisa Pérez Perezas dice:

            Yo se lo planteé a mi ex pareja, y puso cara de no conocer nada del tema y para él fue muy desconcertante q esto existiera…. no dijo nada, sólo su cara lo puso de manifiesto.

            Creo q es muy desconocido.

  10. Laura Trabal Svaluto-Ferro dice:

    Fernando, muy buenas tus dos cuestiones… te respondo a la primera, a la segunda “no sé, no contesto” 😉 Como las mujeres no tenemos pene, y esta frase no es una boutade, no tenemos miedo ser substituidas, al contrario, es muy práctico. Como han apuntado algunas respuestas, y como dice Sylvia en su post, es un aliado, forma parte de un juego más.

    1. Fernando dice:

      Pero en mi opinión, esa es una visión un poco corta sobre el vibrador. El vibrador no tiene por qué ser penetrador. Incluso cuando lo es, tiene las funciones de estimulación sin falta de penetrar. Así es que las dudas sobre que un aparato te pueda dar un placer que tu pareja no lo hace también pueden aparecer aunque las mujeres no tengan pene.

  11. Fernando dice:

    Yo me pregunto si entre las parejas de lesbianas, también existe este miedo.
    También me pregunto qué piensan las mujeres heterosexuales de los masturbadores masculinos cuando los usan sus hombres. ¿Son competencia? ¿Les gusta que sus parejas los tengan?

  12. Luisa Pérez Perezas dice:

    EL uso del vibrador o darse placer a uno mismo sí que puede sustituir de vez en cuando el estar con un hombre (o mujer). O por lo menos el valorar si estar con ese o no sólo por placer de un momento (de una noche, de aqui te cojo aqui te pillo, …. ) (Que habrán personas que les guste, pero a mi últimamente no me gusta).

    En ocasiones es más estimulante un aparato que estar con cualquiera (cualquiera que te de placer y no vaya a más… ). O darse placer uno mismo que estar con cualquiera. Y a cualquiera me refiero a ese que sabes que está ahi para complacerte y hacerte sentir cosas ricas, pero que no deseas estar con él, y prefieres estar a solas contigo misma que compartir con ese otro.

    Hay momentos para todo. Inclusive el estar con alguien o darte placer a ti misma. (A los hombres les debe ocurrir lo mismo, a veces les apetecerá más hacerse una paja que estar con una chica).

    Si hablan de que el uso de aparatos o la estimulación a través de la masturbación puede hacer que te aisles. Son obsesiones que deben ser tratadas. Pero balanceadamente y razonablemente, no tienen porque aislarte ni sustituir a nadie.

    Lo que quiero decir, es que yo tengo sexo con otro cuando me apetece y cuando quiero compartir con ese alguien. Y me masturbo cuando me apetece porque me apetece.

    En cuanto a mi experiencia cuando lo cuento, que tengo un vibrador, siempre lo he tenido, les llama la atención…. Pero creo que forma parte de mi que no tengo tapujos muchas veces cuando les cuento cosas (no a todo el mundo). Y no soy para nada una pervertida ni una obsesa. Me considero una mujer sexuada que le gusta tener sexo, y me gustaría que las personas supieran valorar su sexualidad y vivirla.

    En la última relación que tuve para él sí estaba claro que era un sustituto porque esa persona estaba lejos, asi que él estaba más tranquilo cuando le hablaba de ello. Igual, él también comentaba que se masturbaba, pensando en mi. En la distancia. (No sé si pensaria en mi siempre, pero son sus cosas y sus momentos, igual que los mios).

    1. Fernando Rodriguez Martín dice:

      Observo que es reiterativo el enscasillamiento de las cosas referente a la sexualidad.
      Mi experiencia es ya larga con respecto a mi vida sexual individual y compartida con mi pareja, por no repetir lo que dice mi D.N.I. que a la postre yo creo, se le estan confundiendo las fechas y para nada hace razon, (a tenor de mis pensamientos), a lo descrito en su reverso.
      Un vibrador como cualquier otro juguete, en este caso sexual, sirve para jugar. Para nada debemos encasillar este especial y ajustable objeto con personas solitarias.
      Se puede usar sin ningún problema de adicción tanto en lo personal como conjuntamente.
      Ya digo… no he de hacer caso de lo descrito en el D.N.I. Ni de las medidas y similitudes del juguete en relación a las partes identificables con el mismo. Que de esas estoy muy tranquilo y agradecido a la Madre Naturaleza tanto en las estética como en la funcionalidad.
      Ahora bien, en las ocasiones en que mi chica y yo disponemos de algún tiempo extra para el uso del “juguetilio”…, en multitud de ocasiones lo hemos incorporado y siempre nos ha divirtido. Inclusive en las ocasiones en las que se quedó en la mesita de noche olvidado… preparado y aburrido en la espera… porque en comenzando el ayuntamiento, nos ha ocurrido a veces que con la briega se nos olvidó la incorporación del util.
      Al percatarnos de ello… nos dió la risa, culpándonos el uno al otro del olvido.
      Digo.. todas las cuitas y congojas sexuales en lo referente a las medidas, cuantías y tiempos, (de reloj), estan estrictamente relacionadas con las medidas y capacidades de nuestro cerebro.

  13. María dice:

    ¡Qué gusto leer que los dos que han comentado un poco más arriba son hombres! Yo me he encontrado con ese “pánico” en el compañero, y ciertamente, es la punta de un iceberg de inseguridad que en ocasiones resiste cualquier explicación.
    Respecto a la cuestión educativa queda mucho por recorrer, pero con espacios como este, y voces como la tuya, Silvia, el sexo, las personas y las emociones dejarán de ser poco a poco una habitación a oscuras. ¡Gracias!

  14. Paseante dice:

    Como hombre tengo que decir que no sólo no me he sentido celoso del vibrador con mi pareja sino que el vibrador es un socio muy interesante. Para la mujer es una más de las posibilidades que tiene de darse placer sin necesitar más gente, preparativos, esfuerzos, etc. Es decir, un paso más para convertir el sexo en un juego, fuente de bienestar, placer, etc. Demasiadas veces el sexo es todo y un millón de cosas, excepto algo divertido, relajado, gustoso, fácil… Muchos de los problemas del sexo entre hombres y mujeres tienen que ver con que para ellos el sexo es simplemente un deseo y un juego, no necesita más o no necesariamente, mientras que para las mujeres es la biblia en verso… menos divertido y placentero. Seguramente por ser todo eso que no debiera, no quedan energías para que sea eso que debiera.

  15. Raul dice:

    Como hombre tengo que decir que cuando mi pareja y yo compramos el primer vibrador, si tuve ese miedo a ser sustituido, pero nada mas lejos de las realidad, tengo ademas dos hijas, muy chicquititas todavia pero que si pienso en como afrontar el tema de la sexualida con ellas por que cada vez son mas precoces y prefiero que ya lo sepan todo y tengan los medios al alcance.

Deja un comentario

Los campos obligatorios están marcados con